20/7/10

Declaracion de Derechos para aquellos que se autolesionan - AUTOLESION (AL)


Aproximadamente un por ciento de los americanos utiliza la autolesión física como modo de enfrentarse a la tensión; en otras naciones industrializadas, el porcentaje de quienes se autolesionan es bastante similar.

Como sea, la autolesión continua considerándose un tabú, un comportamiento insólito o extravagante y es muy estigmatizado por profesionales médicos y el resto de la sociedad. La autolesión, también llamada la autoagresión, violencia autoinfligida, o automutilación, se refiere a cuando las consecuencias del daño autoinfligido son lo bastante severas como para ocasionar daños en los tejidos, o bien, cuando deja señales visibles que no se decoloran con el paso de las horas.

No son considerados autoagresión los actos cuyo fin sea el suicidio, cuando formen parte de un ritual, sean usados como práctica sexual,o si se realizan con motivos de ornamentación (como un tatuaje). Este documento se refiere a lo que es comúnmente conocido como la autolesión moderada o superficial, AL como práctica reiterativa en particular. Estas pautas no aplican para casos de automutilación grave (es decir, castración, amputación de miembros entre otros).

A causa del estigma y la carencia de la información disponible sobre la autolesión, la gente que recurre a este método para enfrentarse al mundo a menudo recibe tratamiento por parte de médicos (en particular en salas de emergencia) y profesionales de la salud mental que realmente pueden empeorar sus vidas en vez de mejorarlas. Basado en cientos de experiencias negativas relatadas por la gente que autolesiona, la siguiente Declaración de Derechos intenta ofrecer información al personal médico y de salud mental. El objetivo de este artículo es permitirles entender más claramente las emociones que sobre las que se fundamenta la autolesión, para que así puedan responder al comportamiento autoperjudicial de forma que se proteja tanto al paciente como al médico.


El derecho a tratamiento médico humano e interesado.
--> Quien se autolesione debe recibir cuidados al mismo nivel y calidad que una persona que presente una herida idéntica pero accidental. Los procedimientos deben ser ejecutados tan delicadamente para ellos como sería para otros. Si son requeridas puntadas, debe usarse anestesia local. El tratamiento de una herida accidental y una herida autoinfligida debe ser idéntico.

El derecho de participar completamente en la toma de decisiones sobre el tratamiento psiquiátrico de emergencia, siempre y cuando la vida no se encuentre en peligro inmediato.
--> Cuando una persona se presente en la sala de emergencia con una herida autoinfligida, su opinión sobre la necesidad de una evaluación psicológica debe ser considerada. Si la persona no está en pánico descontrolado y no es suicida, no debe ser sujeta a una evaluación psiquiátrica exhaustiva. Los doctores deben ser entrenados para tratar el comportamiento suicida / homicida, y darse cuenta que aunque remitir al paciente para un seguimiento mediante consulta externa pueda ser aconsejable, la hospitalización para el comportamiento autoagresivo es raramente garantizado como exitoso.

El derecho a la intimidad
-->Las revisiones para determinar el grado de las herida deben ser realizados sólo cuando sea absolutamente necesario, de manera que se mantenga la dignidad del paciente. Para muchos de quienes han recurrido a la autolesión, la humillación de una revisión probablemente aumente la cantidad y la intensidad de las heridas en el futuro, obligando a la persona a buscar mejores modos de esconder las heridas.

El derecho a que se validen los sentimientos que impulsan a la autolesión
-->La autolesión no ocurre en un vacío. La persona que autoagrede por lo general lo hace en respuesta a sentimientos que deben ser reconocidos y validados. Aunque el médico, enfermera u otro personal que atienda al paciente pueda no entender por qué una situación en particular ha llevado a la persona a autolesionarse, al menos se debe respetar que ésta es la manera de mostrar sus sentimientos, sin violentarle los derechos.

El derecho de revelar a quien se elige sólo lo que se elige
-->El personal médico no debe revelar a terceras personas que las heridas del paciente son autoinfligidas sin obtener de previo el permiso del implicado. Pueden haber excepciones en caso de que informar al personal que las heridas son autoprovocadas sea de conocimiento esencial para la asistencia médica apropiada.

El derecho de elegir que mecanismos de adaptación usar
-->Ninguna persona debe ser obligada alegir entre la autolesión y el tratamiento. Los terapeutas de consulta externa nunca deben exigir a los pacientes que firmen un contrato de no autolesión; en cambio, el paciente y el médico deberán desarrollar un plan para lidiar con los impulsos y actos autoperjudiciales durante el tratamiento. Ninguna persona debe verse obligada a mentir sobre sus heridas para poder continuar con la terapia. Las excepciones a este punto pueden presentarse en caso de que el paciente necesite ingresar en un hospital o recibir tratamiento de emergencia, en estos casos, por políticas legales del hospital, la firma de un acuerdo puede ser necesaria.

El derecho de tener a abastecedores de cuidado que no tienen miedo de la autoagresión
-->Aquellos que trabajan con personas que se autoagreden deben guardar su propio miedo, asco, cólera, ansiedad, etc. y mantenerlo fuera de la terapia. Esto es crucial tanto al momento de la atención médica básica de las heridas autoinfligidas como de la terapia. Una persona que lucha con la autoagresión tiene bastante peso sobre sus hombros como para tener que cargar con los prejuicios y tabúes de quienes están para ayudarlo (medicos, enfermeras, psicólogos),

El derecho de elegir la autolesión como mecanismo válido para la supervivencia
-->Nadie debe ser avergonzado, reprendido, o castigado por recurrir a la autolesión. El autoagredirse funciona como mecanismo de adaptación para gente que no encuentra ningún otro modo de adaptarse. Algunos pueden autolesionarse como un último esfuerzo para evitar el suicidio. La persona que se autoagrede debe aprender a tomar las cosas positivas que encuentra, sin olvidar que el autolastimarse trae consecuencias negativas, dentro de lo posible, debe buscarse la manera de aprender otros métodos de adaptación más saludables y menos dañinos.

El derecho a no ser considerado automáticamente una persona peligrosa simplemente debido a su autolesión
-->Nadie debe ser recluido o encerrado en una sala de emergencias por el simple hecho de autoagredirse. Nadie debe ser acusado de intento de suicidio solo por su autolesión, los médicos deben evaluar su estado basado en la presencia de psicosis y tendencies suicidas u homicidas.

El derecho de considerar la autolesión como un intento de lograr comunicarse, no para manipular a las demás personas
-->La mayor parte de personas que se hacen daño a si mismas tratan de expresar cosas que no pueden lograr de ningún otro modo. Aunque a veces estos intentos de comunicarse parezcan manipuladoras, tratarlos como tal solo empeorará la situación. Los médicos y demás personas deben respetar la función comunicativa de la autoagresión y no tomar este comportamiento como manipulador hasta que haya pruebas claras de esto.




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